Con amplia experiencia en el desarrollo de aplicaciones personalizadas, ayudamos a las empresas a identificar aquellas áreas de mejora, creando las herramientas más adecuadas para hacer crecer el negocio.
Nuestro equipo de producto y desarrolladores, ayudará a ejecutar soluciones software innovadoras, a medida y escalables, que aportarán un alto valor añadido, solo así se consigue ser líder del mercado.
En esta primera etapa los desarrolladores planificarán el proyecto.
Al desarrollar un esquema previo se detectan los problemas antes de que afecten al desarrollo y ayudará a asegurar la financiación y los recursos que se necesitan. En esta etapa también se establece el cronograma del proyecto.
Esta etapa incluye la recopilación de todos los detalles necesarios, así como la determinación de las primeras ideas para los prototipos.
En este sentido, los desarrolladores deberán definir los requisitos del sistema prototipo, evaluar las distintas alternativas a las existentes e investigar y analizar todos los aspectos para determinar las necesidades de los usuarios finales.
En esta etapa, los profesionales deberán describir los detalles de la aplicación general, así como los más específicos como, por ejemplo, las interfaces de usuario, del sistema, la red y la base de datos.
Además, también deberán convertir el documento SRS que crearon en una estructura más lógica que luego pueda implementarse en un lenguaje de programación. Se elaborarán planes de operación, capacitación y mantenimiento para que los desarrolladores sepan lo que deben hacer en cada etapa del ciclo hacia adelante.
Esta es la parte en la que se empieza a escribir el código y construyen la aplicación de acuerdo con los criterios y requisitos especificados en las etapas anteriores.
Aquí es donde entran en juego las pruebas de seguridad de aplicaciones estáticas o las herramientas SAST.
Las pruebas son una parte fundamental para asegurarnos que funcionará y cumplirá los objetivos propuestos. Por eso, en esta etapa deberemos revisar el software paso a paso, intentando detectar cualquier error o defecto que debamos corregir. También deberemos procurar que cumpla con los estándares de calidad definidos.
Según la complejidad del software y los requisitos del usuario final, las pruebas pueden ser una fase extremadamente corta o llevar tiempo.
Una vez lo tengamos más que probado y corregido, integraremos los diferentes módulos o diseños en el código fuente principal aprovechando para detectar más errores. El sistema de información se integrará y eventualmente se instalará. Después de pasar esta etapa, el software está listo para el mercado y puede proporcionarse a cualquier usuario final.
En este punto, los desarrolladores deberán hacer un mantenimiento y empezar a practicar las actividades necesarias para manejar los problemas de los que vayan informando los usuarios finales.
Además, serán los responsables de implementar cualquier cambio que el software pueda necesitar después de la implementación.